Doctrina # 10

Tema: Doctrina del atavío exterior e interior

Estimado lector(a), por medio del presente documento, le damos a conocer una doctrina más de la palabra del Señor. Considere, que esta palabra es para su aprovechamiento en el evangelio como verdadero(a) cristiano(a). Gracias de antemano por su cordial atención.

En este y en todos los tiempos, la palabra del Señor ha sido la misma, y todo con el propósito de perfeccionar al pueblo del Señor o a la iglesia. Todos conocemos que para agradar a Dios es necesario hacer su voluntad (Romanos 12:2), y para hacer su voluntad, es menester conocerla. Recordemos, que el Señor dijo en su palabra: Si me amáis, guardad mis mandamientos (S. Juan 14:15).

Para dar inicio, le damos a conocer el primer texto en el que se menciona que no es permitido usar atavíos exteriores (prendas ni vanidades) se encuentra en el libro de Génesis 35: 1-4.

1 Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Beth-el, y estate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.
2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.
3 Y levantémonos, y subamos a Beth-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.
4 Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina que estaba junto a Siquem.

En primer lugar queremos destacar, que en los versículos 1 y 2, Dios le ordena a Jacob, que se dirija a la ciudad de Beth-el (casa de Dios), y allá haga un altar a Dios, seguramente para adorarle. Tenemos que estar conscientes que en este y en todos los tiempos para adorar a Dios, tenemos que hacerlo con la mayor reverencia posible, por lo tanto para hacer reverencia ante Dios, hay que limpiarse de toda contaminación, por tal razón Jacob dijo a su familia que quitaran los dioses ajenos (ídolos) que estaban entre ellos, también que se limpiaran, lo cual nos da a entender que ellos no estaban limpios, por lo que tenían muchas vanidades y tenían que despojarse de ellas para estar aceptos delante de la presencia de Dios. Además, Jacob les dijo mudad vuestros vestidos, y la palabra mudad, es sinónimo de cambiar, transformar, sustituir, rectificar, innovar, etc. Esto también nos da a entender que la vestidura que portaban, no era la más adecuada o honesta, por lo que tenían que cambiarla por vestiduras decentes, de agrado delante de Dios.

En el versículo 4, nos enseña la palabra del Señor que los familiares de Jacob y los demás que estaban con él, dieron a Jacob los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas. En cuanto a los dioses ajenos, la mayoría de las personas que estamos en el evangelio nos damos cuenta que la idolatría es pecado (trasgresión de la ley), ya que Dios lo prohíbe en el primer y segundo mandamiento de su palabra, porque Dios es celoso. Y con los que respecta a que también dieron los zarcillos que estaban en sus orejas, nos da a conocer que desde tiempos antiguos el usar prendas vanidosas no era de agrado delante de Dios. Y al transcurso de este estudio, vamos a dejar claro que tanto en el antiguo testamento como el nuevo la palabra del Señor prohíbe el uso de los atavíos exteriores vanidosos (inútiles).

Levítico 19:28:
Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová.

En este texto la palabra de nuestro Señor Jesucristo, nos enseña que, hacerse tatuajes (gravados) es prohibido (ni imprimiréis en vosotros señal alguna), y aprovecho en mencionarle este texto para que usted sepa, que este tipo de vanidad, no sólo se practica en la actualidad, sino desde tiempos antiguos, por lo que Dios también lo prohibió.

Deuteronomio 22:5.
No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.

La palabra del Señor nos enseña que, los hombres y mujeres debemos de vestir lo más decente posible, en el caso de las mujeres, convencionalmente sabemos que lo más formal en la mayoría de los países del mundo es que usen faldas, vestidos y blusas lo más decente posible, y en el caso de los varones, debemos de saber que también convencionalmente deben de usar pantalones y camisas(esto en cuanto a la ropa exterior); pero en caso de que quieran hacer uso de hábitos ya sea de mujer para mujeres o hábito de varones para varones, como en algunos países orientales, también es apropiado. (Depende de la cultura).

Por lo tanto, una mujer no puede usar pantalones ni un varón usar faldas o vestidos, porque no es agradable delante de los ojos de Dios; y aunque afirmen que en estos tiempos ya existen pantalones de mujeres y que por eso los usan, ese tipo de ideologías y prácticas, son modas que se han introducido como producto del pecado, cumpliéndose así lo que nos dicen las Sagradas Escrituras en Romanos 1:30, que hay quienes son: Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres.

Otra novedad que compartimos con usted en este estudio, es que bíblicamente, la primera mujer que se pintó, fue una mujer llamada Jezabel.

2 Reyes 9:30.
Vino después Jehú a Jezreel; y como Jezabel lo oyó, adornó sus ojos con alcohol, y atavió su cabeza, y se asomóse a una ventana.

En este texto, la palabra nos narra que, una mujer llamada Jezabel, adornó o pintó sus ojos con alcohol (con antimonio). Esta mujer fue la esposa del rey de Israel en ese entonces, el cual se llamaba Acab, era sidonita de la ciudad de Sidón, es decir no era israelita, sino de un pueblo pagano, donde no conocían a Dios. Por lo que sus costumbres y culturas paganas, las quiso introducir a las verdaderas israelitas(al pueblo de Dios).

También la Biblia nos dice de esta mujer en el libro de Apocalipsis 2:20 y 21, cuando se le escribe al ángel de la iglesia en Tiatira diciéndole el Señor, que tenía unas pocas cosas contra él, porque permitía aquella mujer Jezabel que se decía ser profetisa para enseñar, y engañar a los siervos del Señor, a cometer fornicación y a comer cosas ofrecidas a los ídolos. La mujer era bruja, hechicera y lo que ella pretendía cuando se pintaba el rostro, era atraer a los profetas para hacerlos caer en fornicación.

Por tanto de lo anterior deducimos que:
1. Todas las mujeres que se pintan son seguidoras de la doctrina de Jezabel.
2. Las pretensiones de toda mujer que se pinta son las de seducir y hacer daño.
3. Pintarse o echarse vanidad, no es agradable delante de los ojos de Dios.
4. Las mujeres que se pintan no son cristianas.
Otros textos que hacen énfasis a la prohibición de las prendas exteriores son los que aparecen en el libro de Isaías 3:16-23.

16 Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sión se ensoberbecen, y andan cuellierguidas y con ojos descompuestos; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies:
17 Por tanto, pelará el Señor la mollera de las hijas de Sión, y Jehová descubrirá sus vergüenzas.
18 Aquel día quitará el Señor el atavío de los calzados, y las redecillas, y las lunetas,
19 Los collares, y los joyeles, y los brazaletes;
20 Las escofietas, y los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos,
21 Los anillos, y los joyeles de las narices,
22 Las ropas de remuda, los mantoncillos, los velos, y los alfileres,
23 Los espejos, los pañizuelos, las gasas y los tocados.

En estos textos usted a podido notar que el Señor hace una enumeración de prendas por medio de su palabra, que usted como hijo o hija de Dios no debe usar. Y como dice el apóstol san Pablo en su primera carta a los Corintios en el capítulo 10 versículo 23, Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica; nos da a entender, que nosotros podemos usar algún tipo de prenda, pero no nos conviene, por que para nada nos es provechoso. Pero déjeme enseñarle, que hay personas e iglesias enteras que dicen que Dios lo que quiere únicamente es el corazón limpio y que además hay que arreglarse para Dios (pintarse, utilizar prendas), sin tomar en cuenta que están poniendo en práctica la doctrina de Jezabel, lo cual Dios señala que es una abominación delante de su presencia. Si bien, es cierto, Dios quiere un corazón limpio de nosotros, pero no podemos olvidarnos que tenemos que limpiarnos por fuera y por dentro de todo lo malo de este mundo; S. Mateo 23:25-28.

25 Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato; pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.
27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

Podemos notar al leer los versículos anteriores, donde nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo exhorta a los fariseos por sus hipocresías, ya que aparentaban lo que no eran, esto nos deja como lección que tenemos que limpiarnos totalmente por fuera y por dentro(exterior e interiormente).

1 Timoteo 2:9
Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados (peinados ostentosos), u oro, o perlas, o vestidos costosos.

Ya en el nuevo testamento, el apóstol san Pablo, vuelve a hacer mención de que las mujeres tienen que andar lo más honesto posible para agradar a Dios. Las faldas, blusas, vestidos y el atavió de la cabeza que usan las hermanas deben de ser los más honestos posibles. Pablo también enseña que las hermanas no deben peinarse ostentosamente. Y otra cosa que no podemos dejar atrás es que hacer uso de oro o perlas o vestidos costosos (lujosos), no es correcto; en cuanto al oro, un cristiano no puede portar nada que sea de oro o de perlas, ni anillos de casamiento (lo cual proviene de las enseñanzas del catolicismo, y no tiene fundamento bíblico.).

1 Pedro 3:3-5.

3 El adorno de las cuales no sea exterior con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas;
4 Sino el hombre del corazón que está encubierto, en incorruptible ornato de espíritu agradable y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios.
5 Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sujetas a sus maridos.

El apóstol san Pedro en su primera carta general, recalca de nuevo en este tema, escribiendo que el adorno de las hermanas no debe de ser exterior con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas (lo que también mencionaba el apóstol Pablo en 1Timoteo 2:9), la Biblia narra que la iglesia primitiva se caracterizaba por ser unánime o tener un mismo pensar (Hechos 2:46), y lógicamente que era el Espíritu Santo el que les guiaba a toda verdad, por eso los apóstoles Pablo y Pedro hablaban una misma cosa.

En el versículo 4, Pedro afirma que el adorno verdadero debe ser el del corazón encubierto, en incorruptible ornato de espíritu agradable y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios. Y trato de recalcárselo, porque quiero que aprenda que los adornos de un cristiano(a) deben ser interiores (espirituales), por ejemplo: Proverbios 1:8,9:

8 Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre:
9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello.

Lo que usted leyó anteriormente, le da a conocer que la obediencia y la honra al padre y a la madre, espiritualmente son adornos de gracia a la cabeza, y collares al cuello; son adornos incorruptibles agradables delante de Dios.

El versículo 5, hace énfasis en que las santas mujeres que esperaban en Dios en el tiempo antiguo se ataviaban honestamente, como Sara.

Dése una idea, ya que las mujeres como Sara, Rebeca, Raquel, María (madre de Jesús hecho carne), Hulda (profetisa), Febe (diaconiza), entre otras mujeres; fueron santas, porque se guardaron de todo lo que les contaminaba, seguramente se ataviaban honestamente como dice la Biblia, por lo que todas y todos las / los hijas(os) de Dios tienen que tener un porte santo. Queda claro entonces que, es falso que las mujeres en el tiempo antiguo usaban atavíos (prendas) vanidosos (inútiles).

Concluimos enseñándole que todo lo que es atavío es una prenda, y esperamos que haya notado que lo que es malo, son los atavíos vanidosos que menciona la Biblia, entre los más comunes: anillos, chapas, cadenas, pulseras, pinturas, vanidades, etc. Pero hay cosas elementales que no están prohibidas y son útiles, no son vanas, porque vanas son las cosas que no son de utilidad, pero hay cosas que son de suma importancia, por ejemplo los relojes (excepto si son de oro…).

Las recomendaciones que podemos dar en cuanto a este estudio, es que por amor a Dios y a la vida eterna, debemos de andar lo más honestamente posible, y para ser un poco más puntuales les presentamos algunos parámetros:

Para las hermanas:

  • El largo de las faldas y / o vestidos debe ser debajo de las rodillas.
  • Los vestidos, faldas y blusas no deben de usarse muy ajustados (socados o apretados) al cuerpo.
  • No usar prendas

Para los hermanos:

  • Preferiblemente usar camisas mangas largas.
  • No usar prendas.

Tengamos presente que los miembros de la iglesia del Señor debemos ser maestros(as) de honestidad. Espero que esta enseñanza le haya servido de mucho provecho. Que la gracia del Señor sea con usted. Amén.