Doctrina # 3
Tema: El bautismo en agua.
Como en los temas anteriores ya hemos explicado que Dios es uno y uno su nombre, ahora hablaremos del bautismo que nos corresponde obedecer como requisito para ser miembro de la iglesia, y por consecuente también alcanzar la vida eterna.
Génesis 7:1, 4, 23.
1 Y Jehová dijo a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
4 Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré toda sustancia que hice de sobre la faz de la tierra.
23 Así fue destruida toda sustancia que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra; y quedó solamente Noé, y lo que con él estaba en el arca.
Con este texto iniciamos este estudio porque Dios cuando quiso cambiar la historia de un mundo rebelde y pecador, levantó el diluvio para castigar a los hombres perversos y de esta manera levantar a un pueblo que le amara de verdad.
El bautismo se tiene que efectuar en agua, porque el agua es símbolo de la vida, pero también es para enjuiciar al hombre pecador. Por esto Dios ordenó a Noé que preparara un arca donde pudiera salvarse del agua que iba a caer del diluvio, porque el arca significa el reino de Dios y solamente estando en ella podemos ser salvos. Pero es otra vez que podemos condenar al hombre viejo pecador y levantarnos en una nueva criatura salvas por el agua. Todo esto ocurrió en los días de Noé en figura de lo que corresponde hoy, para que de esta manera nos salvemos de la ira de la condenación; porque cuando Noé les anunciaba de que iba a llover y que iba a haber un diluvio, todos los que eran malvados no se arrepintieron, ni quisieron atender a la voz que les hablaba, y solamente ocho personas fueron salvas por agua (1 Pedro 3:20,21) y fue la familia de Noé. Este diluvio o estas aguas fueron para ellos la salvación para salvarse de la ira de nuestro Dios y así poder entrar a otra etapa de la vida en Dios.
Éxodo 14:22.
Entonces los hijos de Israel entraron por medio de la mar en seco, teniendo las aguas como muro a su diestra y siniestra.
Con este texto queremos mostrar otro símbolo más del significado que nos da el agua, porque el pueblo de Israel escapaba de sus opresores que los esclavizaban, ya que no querían regresar a la vida anterior que tenían; necesitaban algo que los salvara de aquella esclavitud, y Dios abrió el mar y el pueblo de Israel, pasó en camino seco porque las aguas del mar se partieron, y ellos pasaron hasta el otro lado de la tierra que Dios les había prometido. Después las aguas se juntaron de nuevo y toditos los egipcios perecieron como en el diluvio.
Ahora mostramos el símbolo del bautismo para los israelitas porque en el diluvio fueron salvas ocho personas por agua y aquí una nación entera (Israel). El bautismo que a ellos les corresponde fue haber pasado por la mar y haber estado debajo de la nube como símbolo de su bautismo (1 Corintios 10: 1,2).
S. Mateo 3:2,6, 16.
2 Y diciendo: Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado.
6 Y eran bautizados de él en el Jordán, confesando sus pecados.
16. Y Jesús después que fue bautizado, subió del agua;….
Haga énfasis en la palabra bautismo (sumergirse) y en su significado, tanto la familia de Noé y nuestros padres en Israel fueron sumergidos en aguas y salieron de ellas con victoria condenando al mundo viejo. En la gracia apareció Juan el Bautista al que se le decía Bautista porque bautizaba en las aguas del río Jordán, pero antes de bautizar a las personas les decía que se arrepintieran para que fueran salvos de la generación maligna y pecadora (ver. 2), porque toda persona que va a ser sumergida en el agua o va a ser bautizada tiene que estar arrepentida. Por eso muchos iban a Juan el Bautista pero antes de hacerlo hacían la confesión voluntaria de sus pecados delante de Dios, y después Juan los sumergía en el agua (ver. 6), en el versículo 16 se le presenta a Juan por el mismo mandato divino el bautismo de Jesús, como un hombre 100% humano, pero no pecador, para enseñarnos a todos los seres humanos que para poder se salvos y escapar de la condenación debemos de bautizarnos en agua como Él lo hizo.
Nadie antes había aparecido bautizando a otra persona hasta que Juan vino enseñando el bautismo, note en esto que el bautismo es para personas que pueden hacer conciencia de su condición de pecador o pecadora, y que pueden arrepentirse y además estar actos para vivir una buena vida en Cristo Jesús. Por eso es que el mismo Señor Jesucristo cuando salió del bautismo le fueron abiertos los cielos en señal de que el bautismo cambia al hombre para que viva una vida celestial y santificada en Cristo.
S. Juan 3:5.
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Notemos en este texto que después de que nuestro Señor Jesucristo fue bautizado por Juan para cumplimiento de las cosas celestiales, el Señor instaura o establece el nacimiento del agua o del bautismo, porque es la forma de nacer del agua. Juan apareció bautizando, y Dios lo miró de agrado, porque esa es la forma de redimir los pecados, basado en un buen arrepentimiento, por eso Juan primeramente decía que se arrepintieran y después se bautizaran.
El Señor dice que el que no naciere del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios, toda persona como requisito tiene que ser bautizada y además estar conciente de que no puede regresar al mundo al mundo de pecado, lo cual es símbolo de la esclavitud en Egipto.
El bautismo es el primer paso a la vida, donde comienza como una nueva criatura en Cristo, hasta llegar a la plenitud de Cristo. Considere lo siguiente:
1. Debe cambiar de mentalidad.
2. Debe nacer del Espíritu, lo que significa es que el bautizado tendrá una nueva experiencia espiritual, pues Dios en su promesa pondrá el don celestial, y esto es lo que no entendió Nicodemo, el cual era maestro de Israel, por eso dijo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo?¿Puede entrar otra vez del vientre de su madre, y nacer?(ver. 4).Cuando hablamos de nacimiento pensamos que es sólo lo que sucede comúnmente lo cual es nacer de una madre, pero no sólo es así, por tanto queda claro que el hombre tiene que nacer de nuevo para poder entrar a la vida eterna. Nacer de nuevo es cambiar de vida, dejar la vida pecaminosa donde estábamos sumergidos, en vicios, inmoralidades, etc. Ya cambiados es que andaremos en una vida santa y pía, libre de toda atadura del pecado (Colosenses 3:1,10) y en busca de las cosas celestiales, es decir, lo que tiene altura espiritual.
Sin duda que algunos rechazaron la voz de Jesús, por la ignorancia, por desconocer lo relacionado con el bautismo. Pero el eunuco al ser evangelizado y doctrinado, hizo conciencia de su condición de hombre pecador y pidió que le bautizaran, diciendo: He aquí agua, ¿qué impide que sea bautizado? (Hechos 8:36), porque una persona que sabe que es pecadora, y quiere cambiar su vieja manera de vivir, busca el reino de Dios y oye el llamado de Dios para entrar al arca y ser salva por agua.
Note que, el bautismo lo tiene que pedir la persona que desea salvarse, porque nadie puede dar cuentas de otro ni de su condición de pecador, es decir un padre no puede pedir que su hijo sea bautizado, como ha sido la costumbre en algunas personas.
Tito 3:5.
No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo
Nosotros antes de ser bautizados nos alabábamos de nuestros pecados, pero hay algunos que talvez no han sido tan pecadores, y por eso creen que no necesitan bautizarse, pensando que el bautismo es solamente para aquellos que son muy pecadores, y muchas personas creen que por algunas obras buenas que han practicado, creen que son salvas; y esto no es así, sino que todos tenemos que ser bautizados en agua para poder entrar a la vida eterna, en esto obró la misericordia de Dios la cual le plació en su corazón al elegirnos para que seamos hechos hijos de Él; pero es por la misericordia de Dios que somos salvos, no por lo que hayamos hecho, pero ya que hubo misericordia para salvarnos nosotros tenemos que obedecer a sus mandamientos, por esto dice: por su misericordia nos salvó por el lavacro de la renovación y regeneración del Espíritu Santo.
En el bautismo obra el poder cambiador de nuestras vidas, no en sí, que solo el agua sirve como símbolo, sino también el poder del Espíritu Santo para cambiar las personas, o sea que esto, no es sólo de la actitud del hombre, sino también de Dios que mira que el hombre quiere cambiar y lo renueva.
Hebreos 10:22.
Lleguémonos con corazón verdadero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia.
La palabra nos da a conocer que el hombre que se allega a Dios, debe estar convencido, es decir, saber el paso que va a dar, lo cual le va a servir para cambiar su vida y obtener la vida eterna. Para esto el Señor dijo, que fuéramos y doctrináramos (S. Mateo 28:19), lo cual hace que nos acerquemos a Dios con corazón verdadero, y en plena certidumbre de fe, para darse cuenta en quien cree, por qué cree, por qué debe de bautizarse; porque debe llevar certeza para después no arrepentirse de la decisión que ha tomado, ya que muchos no han seguido a Cristo por no haber obedecido al llamado de doctrina, lo cual les ha traído como resultado el no conocer para que se bautizan, por ejemplo:
1. Hay quienes piensan que el bautismo es para quienes quieren ser miembros de una determinada iglesia.
2. Hay quienes piensan que hay que bautizarse, pero que el bautismo en agua no salva, por eso ellos(as) no le dan la importancia al acto de su bautismo en agua, debido a que no van en plena certidumbre de fe, por eso continúan en pecado, porque no cambiaron en nada, queda claro que hay que bautizarse pero hay que limpiarse de toda mala conciencia, es decir, quitar los pecados que nos esclavizan, por eso hay que estar dispuestos a quitar los pecados y después recurrir al bautismo, y Dios va a operar el milagro de borrarlos completamente de nuestras vidas para siempre, de lo contrario si no es así, Dios no hará la obra. Porque son reglas de Dios, y la Escritura nos dice: Si sólo en Dios esperamos los más miserables somos (1 Corintios 15:19). Esto quiere decir que, que toda persona tiene que poner de su parte para cambiar, de lo contrario, Dios tampoco nos hará cambiar si no hay fuerza de voluntad, aunque nos hayamos bautizado; porque si nos bautizamos sin saber lo que tenemos que dejar, la lógica nos dice que cuando se nos diga lo que tenemos que hacer, será más difícil cumplirlo. Eso le pasa a muchos, que se regresan, aunque no en todos pasa esto, porque Dios establece planes para cada persona, lo cual sólo Dios sabe, y lo que nos toca a nosotros es hacer lo que dice en su palabra (S. Mateo. 28:19).
1 Pedro 3:20, 21.
20 Los cuales en otros tiempos fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, cuando se aparejaba el arca; en la cual pocas, es a saber, ocho personas fueron salvas por agua.
21 A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como demanda de una buena conciencia delante de Dios), por la resurrección de Jesucristo.
En estos dos textos se cumple la profecía sobre el bautismo en agua, anteriormente analizamos como fueron bautizados nuestros padres por la fe, como Noé y su familia. Aquí la Escritura nos narra, que todo lo preparó Dios, el diluvio para castigar al mundo de los malvados, y preservar la salvación de Noé y su familia, lo cual pasó por que así se manifestó la paciencia de Dios. La palabra nos enseña que esto fue en figura de lo que hoy es el bautismo, talvez no hubiera necesidad de bautizarse, pero Dios lo estableció así, por eso es que el mismo Señor Jesucristo también participó, porque por cuanto los hombres participaron de carne, el también (Hebreos 2:14), para enseñarnos la obediencia que debe tener todo hombre para pertenecer al reino de Dios.
En el versículo 21 dice la palabra que el bautismo nos salva, el bautismo salva a las persona que cambia, quita el pecado de su vida, porque el simple hecho de sumergirlo como hacen algunos, eso no es bautismo, porque el verdadero bautismo hace que la persona arrepentida quite las inmundicias de la carne demandando de una limpia conciencia delante de Dios. Aun que la palabra bautismo significa sumergir, no todo lo que se sumerge en el agua se salva, porque no quiso cambiar de sistema de vivir, pero con esto no quiere decir que se puede bautizar muchas veces como algunos piensan, porque la Biblia dice: Un Señor, una fe, un bautismo(Efesios 4:5), lo que queda en el ha cometido este pecado es reconciliarse, pero le costará más por su desvío, y porque el hombre nace una vez y muere una vez, y el perdón ya no depende del bautismo, sino que dependerá de su arrepentimiento, ya que Dios no lo mirará como ignorante porque por eso se le doctrinó, y se le hizo saber todo lo concerniente al celo de Dios. La palabra de Dios dice que nadie que pone su mano en el arado, y vuelve atrás, es digno del reino de Dios (S. Lucas 9:62).
Romanos 6:4.
Porque somos sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó…, así también nosotros andemos en novedad de vida.
El bautismo tiene un significado mayor del que nosotros creemos a simple vista, en este texto dice que cuando nosotros nos bautizamos somos sepultados juntamente con Cristo Jesús en su muerte, lo cual quiere decir, que cuando el hombre se bautiza muere al pecado y de esta manera condena al pecado, y resucita para vida eterna para andar en una vida nueva en Cristo(al bautizarnos resucitamos para vivir con Cristo para siempre).
El bautismo no es para niños, es para personas que saben lo que hacen porque debe de creer a estas cosas(S. Marcos 16:16: El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado), y los niños no creen porque no entienden; los discípulos no bautizaron a niños, no aparece en la Biblia que se hayan bautizado niños en agua, sino solamente personas adultas, que conocen su condición de hombres o mujeres pecadores, pues el bautismo es para perdón de los pecados y los niños no tienen pecado, porque no saben lo que hacen, pues el pecado, está en aquél que sabe hacer lo bueno, y no lo hace(Santiago 4:17), además no creen, ni pueden arrepentirse, por esto es prohibido bautizar los niños, por lo tanto solamente se deben bautizar personas adultas(Hechos 8:12, Hebreos 10:22).
La Biblia no dice la edad para que una persona sea bautizada, lo que la Escritura indica es que se bautizan hombres adultos y mujeres adultas, es decir, personas que conocen su condición de hombre pecador o mujer pecadora. La conclusión a la que se ha podido llegar es que una persona cuando tiene capacidad de aceptar sus hechos y quiere apartarse de sus pecados, bien puede ser bautizada, y esta edad está contemplada a los 16 años de edad, donde también el doctrinador puede evaluar al candidato a bautizarse, y dependiendo de su condición, se le puede bautizar en agua en el nombre de Jesucristo.